Alrededor de 600 ciudadanos bolivianos acamparon frente al consulado de su país en Santiago en búsqueda de soluciones para sus delicadas situaciones producto de la crisis sanitaria del coronavirus. Entre las personas hay niños, ancianos y embarazadas.
Varios de ellos llegaron a la avenida Santa María, Providencia, luego de perder trabajos y algunos de ellos sus hogares por no poder solventar los arriendos dado que muchos no tienen los recursos para hacerlo.
“Exigimos ser escuchados por las autoridades de Bolivia para retornar a nuestro país“, fue una de las consignas que se leían en los improvisados carteles que adornaban el entorno de las carpas situadas en el sitio.
Durante las últimas horas llegaron algunos baños químicos donados por particulares para mitigar, de alguna manera, los problemas sanitarios producidos por el hacinamiento y escasa distancia social.
“La región está incapacitada desde el punto de vista sanitario de recibir ciudadanos bolivianos o de cualquier nacionalidad, para que se instalen en Tarapacá para regresar a sus países”, expresó en paralelo la presidenta del Colegio Médico de Tarapacá, Lía Muñoz.