Más de 350 personas participaron de la primera asamblea del llamado Sínodo Laical de Chile, proceso convocado por organizaciones de base de diversas regiones del país, en medio de la crisis de la Iglesia Católica.
A través de una declaración pública, los convocantes explican que el objetivo es “reconstruir nuestra iglesia devastada por pecados y delitos”, señalando que las causas de la crísis son el “clericalismo, el abuso de poder, la indolencia y la falta de conciencia crítica del laicado”.
En el texto, declaran que esperan una iglesia “constituida por comunidades de base (…) con real protagonismo del laicado, en especial de las mujeres y los jóvenes”, donde los frentes de acción serán la promoción de “la modificación de la estructura de poder al interior” de las congregaciones, el fortalecimiento de los procesos de formación, y la erradicación de “la cultura del abuso de poder, proponiendo acciones orientadas al establecimiento de la justicia y reparación, creando un ambiente seguro para todas y todos”.
Del sínodo, también participaron comunidades como la Red Mujeres e Iglesia, el movimiento Laicos de Osorno y la Red de Víctimas de Abusos.