Johan ORDONEZ / AFP
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El Papa Francisco le hablará este jueves a una América Latina fracturada por la crítica situación en Venezuela y convulsionada por un fenómeno migratorio sin precedentes, que castiga especialmente a los jóvenes.

Será el primer mensaje del pontífice tras su llegada a Panamá para encabezar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que coincidió con un momento delicado en la recrudecida crisis venezolana: el líder opositor Juan Guaidó se autoproclamó presidente de Venezuela con el reconocimiento de Estados Unidos y otros 12 gobiernos de la región como Brasil, Argentina y Colombia.

México, a contracorriente, dio respaldo al gobierno de Nicolás Maduro.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió este jueves “un diálogo” para evitar “un desastre”.

La rápida escalada mientras Francisco volaba desde Roma hasta Ciudad de Panamá, donde aterrizó el miércoles, continuó con el anuncio de Maduro de la ruptura de relaciones entre Caracas y Washington, entre protestas callejeras que dejan al menos 13 muertos.

Así, el inicio de la visita de cinco días del papa argentino, de 82 años, se vio inevitablemente marcado por el caso venezolano, que trascendió el continente.

Con una bandera de Venezuela entre las manos, un joven evadió el cordón de seguridad en el primer recorrido de Francisco y corrió hacia el vehículo que trasladaba al pontífice.

En un fugaz incidente que no pasó a mayores, el auto zigzagueó para evitar al hombre antes de retomar su camino de 29 kilómetros entre el aeropuerto internacional de Tocumen y la Nunciatura, donde el papa pernoctó.

Y entre las decenas de miles de personas que acompañaron la ruta, un peregrino alzó un cartel en el que se leía “Ora por Venezuela”.

AFP

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