El pasado viernes el caos se apoderó del clásico portugués. El encuentro entre el Porto y el Sporting de Lisboa terminó con cinco expulsados (cuatro sobre el final del partido) luego que jugadores de uno y otro equipo se agredieran física y verbalmente.
Tras lo ocurrido comenzaron a llegar las sanciones para los implicados. El portero del Porto, Agustín Marchesín, recibió una suspensión de dos fechas. El castigo es el mínimo que se esperaba, puesto que el árbitro consignó en su informe que el meta propinó una patada en plena pelea. Marchesín, además, deberá pagar una multa de 1.20 euros.
El otro sancionado fue Joao Palhinha del Sporting, quien recibió tres partidos y una multa de 1.530 euros. Sebastián Coates, en tanto, quien fue el único expulsado durante el encuentro, fue castigado por un partido.
Los que deberán seguir esperando son Pepe (Porto) y Bruno Tabata (Sporting), quienes fueron suspendidos de manera provisoria con dos partidos por agredir a los rivales, pero siguen esperando por la sanción definitiva.
En el caso del ex defensor del Real Madrid, la sanción podría terminar anticipadamente con su carrera. Según reveló la prensa portuguesa, el zaguero agredió a un directivo del Sporting, hecho que podría tenerlo fuera de las canchas entre dos meses a dos años. Por ahora, debería seguir esperando para conocer su castigo y decidir sobre su futuro.