Cuando parecía que el invicto del Leverkusen llegaría a su fin, el campeón alemán dio una nueva muestra de su incansable caracter y empató, sobre la hora, la semifinal de vuelta de la Europa League ante la Roma, para extender meterse en la final del certamen y lograr la histórica marca de 49 partidos seguidos sin saborear el amargor de la derrota.
En un partido en que los alemanes fueron los claros dominadores, el portero Mile Svilar se convertía en figura, más aún cuando a los 43 minutos de juego, Leandro Paredes anotó el primer gol de la jornada desde el punto penal, luego de una falta dentro del área de Jonathan Tah sobre Sardar Azmoun.
En la segunda mitad, nuevamente desde los 12 pasos, el volante argentino amplió la ventaja en el marcador. Esta vez, con ayuda del VAR, el juez del partido cobró una mano de Hlozek dentro del área, y Paredes anotaba lo que a esas alturas, obligaba al tiempo extra.
Remontada, clasificación y récord
Los minutos pasaban y el Bayer Leverkusen no podía descontar, y no fue hasta bien entrado el partido que, tras una pésima salida de Svilar para cortar un córner desde la derecha, la pelota golpeó en el rostro de Mancini y acabó entrando contra su propio arco. Era el 2-1 con el que los alemanes estaban asegurando el paso a la final.
A estas alturas, todo parecía indicar que se acababa el invicto de 48 partidos para los alemanes. La estadísticia diría que quedarían igualados en esta marca junto al mítico Benfica que logró tal registro entre 1963 y 1965. Sin embargo, los dirigidos de Xabi Alonso parecían convencidos de que podrían hacer historia y el fútbol les dio una hermosa recompensa.
Corría el minuto 97 en el marcador cuando Granit Xhaka dejó completamente solo a Josip Stanisic dentro del área. El lateral estaba fresco, había entrado recién en el minuto 90 y definió como el mejor de los delanteros, al segundo palo de Sviliar, para sentenciar la semifinal y rescatar un invicto histórico.
El Bayer Leverkusen enfrentará al Atalanta en la final de la Europa League, que se jugará en el estadio Aviva, de Dublín, Irlanda, el próximo miércoles 22 de mayo.