Twitter
Comparte

Los incendios originados en las localidades de Dixie y Tamarack continúan su paso de destrucción por el norte del Estado de California en Estados Unidos.

El fuego ha obligado en las últimas horas a evacuar a 2.300 personas de sus hogares y amenaza con consumir entre 7.000 y 10.400 edificios en cuatro condados.

La situación ha obligado al gobernador, Gavin Newsom, a decretar el estado de alarma con el fin de obtener mayores recursos para el combate de estos incendios.

El fuego ha llegado antes de lo habitual en esta época del año a la región y se ha visto agravado por las altas temperaturas registradas en las últimas semanas y por la severa sequía que afecta al oeste de Estados Unidos.

Más de 85 incendios forestales están activos este fin de semana en todo Estados Unidos, la mayor parte de ellos al oeste del país. Hasta la mañana de este domingo habían destruido 553.000 hectáreas.

El incendio de Dixie lleva activo 11 días y se ha convertido en la principal amenaza para el Estado de California, consumiendo más de 73.000 hectáreas.

La mayoría de la zona afectada está despoblada y es de difícil acceso, lo que ha dificultado el trabajo de las brigadas de bomberos, que solo han logrado contenerlo en un 20%.

Las condiciones meteorológicas del viernes y el sábado, que trajeron menos viento, permitieron ganar terreno a los bomberos que luchan contra el fuego iniciado el 4 de julio en Tamarack y que por ahora ha afectado a una superficie de 26.000 hectáreas.

Las labores de extinción permitieron a las autoridades levantar la orden de evacuación de la comunidad de Mesa Vista, de poco más de 200 personas.

Esto coloca de momento en 2.290 el cálculo de los habitantes que han tenido que abandonar sus casas para alojarse en los albergues habilitados en la zona. Esto puede cambiar en las próximas horas, mientras los 1.400 bomberos usan la tregua del viento para avanzar en la construcción de un cortafuegos que permita atajar el camino impredecible de las llamas.

Últimas Noticias