Un 13 de julio, pero hace 25 años, Francia vencía a Brasil en la final del Mundial 1998, con gran actuación de Zinedine Zidane. Todo el mundo estaba expectante a lo que sería el partido de Ronaldo Nazário. Sin embargo, el Fenómeno jugó ese partido pese a que pocas horas antes estuvo al borde de la muerte.
El Scratch era el gran favorito para levantar la copa el 13 de julio de 1998. Ronaldo era la figura de esa Copa del Mundo pero dos noches antes tuvieron que salvarle la vida en el hotel de la selección brasilera.
En la mitad de la noche se escuchó un grito que parecía imposible: “¡Ronaldo se muere!”. Era Roberto Carlos, compañero de cuarto del delantero, quien alertó lo que estaba pasando con el Balón de Oro 1997.
Tendido en el suelo y con espuma en la boca, Ronaldo estaba teniendo una sucesión de convulsiones que hicieron temer lo peor. “Hacía un ruido muy extraño, como de querer respirar y no poder. Entonces llegó César Sampaio, yo agarré fuerte a Ronaldo y él le sujetó la lengua”, contó Edmundo tiempo después.
La gran figura del mundial había sufrido un ataque de epilepsia a menos de 48 horas de la gran final.
Los médicos del staff de Brasil trasladaron a Ronaldo rápidamente al hospital. En la urgencia le realizaron un electrocardiograma que reflejó un ritmo cardiaco de 18 latidos por minuto. El Fenómeno estaba a punto de morir.
Para poder estabilizarlo, el cardiólogo que atendió al futbolista, Bruno Caru, tuvo que administrarle un poderoso medicamento. “Eso explica su juego en el partido ante Francia y también las imágenes del jugador cayéndose por las escaleras del avión, como si estuviera borracho en su regreso a Brasil después del Mundial”, reveló el especialista.
Finalmente, y con autorización médica de por medio, Ronaldo fue titular en la final jugada en el Stade de France. Sin embargo, no pudo mostrar su mejor fútbol y vio cómo, con dos goles de Zidane y uno de Emanuelle Petit, Francia se quedaba con su primera Copa del Mundo.